En
espera de nuestra próxima salida en Ecuador, previsto
para el final del año, seguimos enviando en Quito, el
dinero necesario para hacer vivir el comedor de los pequeños
trabajadores de la calle.
Cada
mes enviamos semillas a campesinos de Salasaca en la provincia
de Tungurahua y al orfelinato de Mindo en la provincia de Pinchincha.
Nuestro interlocutor privilegiado se llama Julian Panbasho Culqui
y es él que se encarga de distribuirlas en la comunidad
indígena de Salasaca. En Mindo, es principalmente con
la hermana Judith Montaño que trabajamos.
Cada
15 días, llamamos el carcel de mujeres de Quito para
mantener el contacto establecido desde hace 6 años ahora
y para garantizarnos que los medicamentos, los productos de
higiene y otras cosas que les enviamos, les llegan bien, están
con Gladys Almeida, la trabajadora social y con la representante
de las internas que comunicamos.
Nuestros
voluntarios siguen vendiendo a los mercados de Capbreton, todos
los sábados, artesanía ecuatoriana el de numerado
y reposterías saladas y azucaradas del otro. Y
eso es posible gracias a la comprensión y a la generosidad
del diputado alcalde de Capbreton, Jean Pierre Dufau y de su
equipo municipal. Agradecemos los unos y otros muy calurosamente
de su ayuda y de su confianza.